Parece que fue ayer cuando les presentamos la segunda generación del A3 y, casi sin darnos cuenta, ya estamos hablando de su primer restyling. Y lo cierto es que ya tocaba; la llegada al mercado de los A4 y A5 ha “envejecido” en pocos meses la imagen del Audi A3, situación que Audi ha resuelto estilizando su frontal y parte trasera, con idénticas soluciones que igualan la estampa de familia en los tres modelos. Así, el capó, las aletas y el parachoques afilan la “cara” del A3 y se acompañan de la parrilla del radiador de una sola pieza, con un pequeño deflector en la parte baja. Los faros incorporan un embellecedor y luces diurnas, que en el caso de las versiones dotadas de xenon son de diodos ubicados en la parte superior. Integra ahora intermitentes en los retrovisores y nuevo diseño de manecillas de las puertas y llantas. En la zaga la variante de 3 puertas recibe un nuevo diseño de portón. También son nuevos el parachoques –en total consiguen una longitud 2,5 cm mayor- y los faros, que en caso del Sportback y el Cabrio llevan un contorno de luz en el interior.
En el habitáculo no hay cambios estructurales pero sí de diseño. Los difusores de aire van enmarcados en aluminio, material que también se utiliza en el mando de las luces, volante y distintos detalles de la consola central, según acabados. Se rediseñan los mandos y reguladores situados debajo del equipo de sonido y hay nuevos colores, tapizados y relojes. Estos son de espera negra con iluminación blanca y agujas de color rojo. La pantalla del ordenador -FIS- aporta en su parte inferior la recomendación de marcha. Este sistema, que es de serie en los acabados Ambiente y Ambition, indica la marcha idónea para realizar una conducción más relajada, económica y limpia con el medio ambiente, llegando incluso a recomendar cambios de 2ª a 4ª directamente si el momento de par del motor lo permite.
Las novedades en el A3 afectan a su punta de lanza, el S3, que se presenta por pirmera vez con carrocería Sportback.Crece el número de opciones, con sistemas interesantes que, algunos de ellos, ya hemos conocido en la nueva generación del A4. Se puede pedir aparte un volante deportivo con la parte baja achatada y en los modelos con tracción delantera existe la opción del fondo de maletero reversible de goma, ideal para llevar objetos mojados, y extraible. En la variante de cinco puertas Sportback se ofrecen las barras longitudinales en el techo y un techo corredizo panorámico. Otra novedad la encontramos en que ahora se puede pedir en opción la suspensión magnética para los motores de más de 160 CV en gasolina y los Diesel de 2 litros, en la que el conductor podrá elegir entre dos modos, Normal o Sport. Se trata de un sistema en el que los amortiguadores pueden variar su dureza en cuestión de milisegundos, modificando la densidad del aceite que llevan dentro –dicho aceite lleva en suspensión partículas metálicas que reaccionan, se unen o separan, ante un campo magnético creado alrededor del amortiguador- y así acelerando o disminuyendo la velocidad de flujo a través de las válvulas de paso internas. También encontramos interesante destacar el sistema de ayuda al aparcamiento, en el que, por medio de unos sensores de ultrasonido, el conductor ve en el cuadro de instrumentos cuando el hueco -longitudinal- donde quiere aparcar es lo suficientemente grande para aparcar marcha atrás; en ese momento el conductor sólo se tiene que preocupara de acelerar, embragar o frenar, puesto que la dirección se mueve sola.
